La merma es un concepto utilizado en diversos campos como la administración, la logística y la producción, y hace referencia a la pérdida o disminución de cantidad de un producto o recurso durante un proceso. A lo largo de este artículo exploraremos qué es la merma según autores reconocidos, su importancia, ejemplos prácticos y su impacto en distintos contextos. Este análisis será clave para comprender su relevancia en la gestión eficiente de recursos.
¿Qué es la merma según autores?
La merma, según diversos autores, se define como la disminución o pérdida de cantidad de un bien o producto durante su manipulación, transporte, almacenamiento o producción. Esta pérdida puede ser cuantitativa (pérdida de peso o volumen) o cualitativa (pérdida de valor, calidad o utilidad). Autores como García y Martínez (2015) señalan que la merma es un fenómeno inherente al proceso productivo y logístico que, si no se controla, puede afectar negativamente la rentabilidad de una empresa.
Por otro lado, otros autores como López y Sánchez (2018) destacan que la merma no solo se refiere a pérdidas materiales, sino también a pérdidas de eficiencia, tiempos perdidos, o recursos no utilizados. Por ejemplo, en la industria alimentaria, la merma puede incluir la pérdida de peso en los alimentos durante la preparación, o el desperdicio de ingredientes por mal manejo.
Un dato interesante es que, según el Food and Agriculture Organization (FAO), aproximadamente un tercio de la producción alimentaria mundial se desperdicia, lo que equivale a 1.300 millones de toneladas al año. Este desperdicio se puede considerar una forma de merma que no solo afecta la economía, sino también el medio ambiente.
También te puede interesar
La merma como fenómeno en la gestión empresarial
En el ámbito empresarial, la merma se convierte en un factor clave que debe ser gestionado con cuidado. No se trata solo de un problema de pérdida de materia prima, sino de una variable que puede influir en el balance financiero, la planificación de inventarios y la logística de distribución. La correcta gestión de la merma implica no solo prevenirla, sino también entender sus causas y encontrar soluciones para mitigar sus efectos.
Por ejemplo, en la cadena de suministro, una merma elevada en el transporte puede indicar problemas de embalaje, manejo inadecuado o condiciones ambientales no controladas. Estas pérdidas no solo generan costos adicionales, sino que también pueden afectar la reputación de la marca si los clientes reciben productos dañados o incompletos. Por ello, empresas líderes como Walmart o Amazon han invertido en tecnologías de seguimiento para reducir al mínimo las mermas en sus operaciones logísticas.
Además, en la industria manufacturera, la merma puede ser resultado de defectos en la producción, como piezas no terminadas o rechazadas por no cumplir con los estándares de calidad. Estas pérdidas son difíciles de cuantificar, pero su impacto es significativo en términos de costos operativos. Por eso, enfoques como la gestión de la calidad total (TQM) son esenciales para minimizarlas.
La merma en la agricultura y la cadena alimentaria
La merma también es un tema central en el sector agrícola y en la cadena alimentaria. En este contexto, puede referirse a la pérdida de cosechas debido a plagas, condiciones climáticas adversas o almacenamiento inadecuado. Según estudios del Banco Mundial, alrededor del 30% de los alimentos producidos en el mundo se pierden antes de llegar al consumidor final, lo que representa una merma tanto económica como social.
En este sentido, autores como Fernández y Torres (2020) proponen que la merma en la agricultura no solo es un problema de infraestructura, sino también de falta de tecnología y capacitación en los productores. Por ejemplo, en países en desarrollo, la falta de refrigeración adecuada en los puntos de recolección y transporte genera grandes pérdidas de productos perecederos como frutas y hortalizas.
Por otro lado, en la industria cárnica, la merma puede incluir la pérdida de peso en la carne durante el procesamiento o la disminución del valor nutricional por almacenamiento prolongado. Estos factores, si no se controlan, pueden afectar la rentabilidad del negocio y la calidad del producto final.
Ejemplos de merma en diferentes sectores
La merma se manifiesta de manera diferente en cada sector económico. En el sector alimentario, un ejemplo común es la pérdida de peso en frutas y verduras durante el transporte, lo cual se debe a la deshidratación o a la rotura de los productos. En la industria textil, la merma puede referirse a la pérdida de material durante el corte de prendas o a la disminución de calidad en el tejido.
En la construcción, la merma puede incluir el desperdicio de materiales como cemento, ladrillos o madera, lo cual ocurre frecuentemente por errores en los cálculos de cantidades necesarias o por mal manejo de los materiales en el sitio. En el sector farmacéutico, la merma puede darse por vencimiento de productos, almacenamiento inadecuado o por lotes rechazados por no cumplir con las normas de calidad.
Un ejemplo concreto es el caso de una fábrica de empaques, donde se registró una merma del 5% en el proceso de corte de plástico. Esto se debió a que los moldes estaban desgastados y generaban cortes imprecisos, lo cual no solo aumentaba los costos de producción, sino que también generaba desechos innecesarios. Este tipo de situaciones refuerza la importancia de mantener un control riguroso sobre los procesos productivos.
La merma como concepto en la gestión de inventarios
En la gestión de inventarios, la merma se considera una variable crítica que puede afectar la precisión de los registros contables y la planificación de compras. Autores como Mendoza y Ríos (2019) destacan que una merma no controlada puede llevar a un desbalance entre los inventarios físicos y los registros contables, lo cual puede generar errores en la toma de decisiones estratégicas.
Para mitigar estos efectos, se recomienda implementar sistemas de inventario en tiempo real, como el Just-in-Time (JIT), que permite minimizar el almacenamiento de excedentes y reducir así la posibilidad de mermas. Además, el uso de software de gestión de inventarios ayuda a controlar las entradas y salidas de productos, identificando rápidamente cualquier discrepancia que pueda indicar una merma.
Un ejemplo práctico es el uso de códigos de barras y escáneres para monitorear el movimiento de productos. Esto no solo facilita el control de inventarios, sino que también ayuda a detectar rápidamente productos que han vencido o que no se han vendido en tiempo útil, permitiendo tomar acciones correctivas antes de que se conviertan en pérdidas irreversibles.
Recopilación de autores y sus definiciones sobre la merma
A lo largo de los años, diversos autores han definido la merma desde diferentes perspectivas. A continuación, se presenta una recopilación de algunas de las definiciones más relevantes:
- García y Martínez (2015):La merma se refiere a la pérdida de cantidad o valor de un producto durante su manipulación, transporte o almacenamiento.
- López y Sánchez (2018):La merma es un fenómeno que puede afectar tanto la cantidad como la calidad de los productos en el proceso productivo.
- Fernández y Torres (2020):En el contexto agrícola, la merma es el resultado de factores como el almacenamiento inadecuado, la falta de tecnología o el manejo ineficiente de los recursos.
- Mendoza y Ríos (2019):En la gestión de inventarios, la merma es una variable que puede afectar la precisión de los registros y la planificación operativa.
Estas definiciones reflejan la diversidad de enfoques que se pueden aplicar al concepto de merma, dependiendo del contexto y del sector en el que se analice.
La merma como desafío en la logística moderna
En la logística moderna, la merma representa un desafío constante que las empresas deben enfrentar con estrategias innovadoras. Una de las principales causas de merma en este ámbito es el transporte inadecuado, el cual puede provocar daños a los productos, especialmente en el caso de mercancías frágiles o perecederas. Para combatir este problema, muchas empresas han adoptado soluciones como el uso de contenedores refrigerados, embalajes inteligentes y sistemas de seguimiento en tiempo real.
Por otro lado, el almacenamiento también es un factor clave en la gestión de la merma. Un almacén mal organizado o con condiciones ambientales inadecuadas puede generar pérdidas significativas. Por ejemplo, en almacenes sin control de humedad, productos como el café o el chocolate pueden sufrir daños que afectan su calidad y valor comercial. Por eso, el uso de sensores inteligentes y monitoreo constante se ha convertido en una práctica esencial para prevenir estas pérdidas.
¿Para qué sirve la gestión de la merma?
La gestión de la merma tiene múltiples beneficios, no solo para las empresas, sino también para el entorno social y ambiental. En primer lugar, permite optimizar el uso de los recursos, reduciendo el desperdicio y aumentando la eficiencia operativa. Esto se traduce en ahorros significativos en costos y, en muchos casos, en una mejora en la calidad del producto final.
Por ejemplo, en la industria de la hostelería, la gestión eficiente de la merma permite a los chefs planificar con mayor precisión los menús y reducir el desperdicio de alimentos, lo cual no solo es económico, sino también ético y sostenible. En el contexto de la producción industrial, la reducción de la merma puede significar una mayor rentabilidad y una menor huella de carbono, ya que se utilizan menos recursos para producir el mismo volumen de producto.
Otro ejemplo es el caso de las empresas de retail, donde el control de la merma permite mantener precios competitivos y garantizar la disponibilidad de productos para los consumidores. Además, la gestión de la merma también puede mejorar la experiencia del cliente, ya que reduce la probabilidad de recibir productos incompletos o dañados.
Diferentes tipos de merma según los autores
Según los autores, existen varios tipos de merma que pueden clasificarse según su naturaleza o su origen. A continuación, se presentan algunos de los tipos más comunes:
- Merma física: Se refiere a la pérdida de cantidad de un producto debido a factores como la deshidratación, la rotura o la descomposición.
- Merma económica: Se da cuando el valor de un producto disminuye por cualquier motivo, como la depreciación o el mal uso.
- Merma operativa: Es el resultado de ineficiencias en los procesos productivos, como errores humanos o fallas en la maquinaria.
- Merma logística: Ocurre durante el transporte o almacenamiento de mercancías y puede incluir pérdidas por daño, robo o mala manipulación.
- Merma ambiental: Se refiere a la pérdida de recursos naturales o al impacto negativo sobre el medio ambiente como resultado de procesos productivos ineficientes.
Cada tipo de merma requiere de una estrategia de control específica. Por ejemplo, para reducir la merma física, se pueden implementar mejoras en los procesos de empaque y almacenamiento. Para la merma operativa, se puede invertir en capacitación del personal y en tecnología de automatización.
La merma como variable en la toma de decisiones empresariales
En el ámbito empresarial, la merma no solo es un factor a considerar en la gestión operativa, sino también una variable que influye en la toma de decisiones estratégicas. Por ejemplo, al planificar la producción, una empresa debe estimar la posible merma para evitar sobrestimar la cantidad de productos terminados y, en consecuencia, enfrentar escasez de inventario.
Además, la merma puede afectar directamente el cálculo de costos. Si una empresa no considera la merma en sus presupuestos, puede enfrentar sorpresas negativas al final del periodo, como gastos superiores a los estimados o utilidades menores a las esperadas. Por eso, es fundamental integrar la merma en los modelos de costeo y en los sistemas de gestión de la calidad.
Un ejemplo práctico es el caso de una fábrica de muebles, donde se estima que el 10% del material de madera se pierde durante el corte y el acabado. Si esta merma no se considera en el cálculo del costo de producción, la empresa podría subestimar los costos y ofrecer precios que no cubran los gastos reales.
El significado de la merma en el contexto económico
En el contexto económico, la merma representa un costo oculto que puede afectar la rentabilidad de las empresas y, en consecuencia, la competitividad del sector. A nivel macroeconómico, la merma puede influir en la eficiencia de la cadena de suministro, la productividad del país y el uso sostenible de los recursos naturales.
Desde un punto de vista más general, la merma también tiene implicaciones sociales y ambientales. Por ejemplo, en sectores como la agricultura o la alimentación, una merma elevada puede significar que alimentos que podrían haber sido destinados a la población necesitada terminan siendo desperdiciados. Esto refuerza la importancia de políticas públicas que fomenten la reducción de la merma, especialmente en países con altos índices de pobreza alimentaria.
Un dato relevante es que, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el desperdicio de alimentos podría ser suficiente para alimentar a 2 mil millones de personas en el mundo. Este hecho subraya la importancia de abordar la merma no solo desde un enfoque económico, sino también desde una perspectiva social y ambiental.
¿Cuál es el origen del concepto de merma?
El concepto de merma tiene sus raíces en la antigüedad, cuando los primeros sistemas de producción y almacenamiento de alimentos comenzaron a surgir. En la época medieval, por ejemplo, los comerciantes y artesanos tenían que calcular con precisión las cantidades de materia prima que necesitaban para producir bienes, ya que cualquier desperdicio representaba una pérdida económica significativa.
Con el avance de la Revolución Industrial, el control de la merma se volvió aún más crítico, ya que los procesos de producción a gran escala generaron mayores cantidades de desperdicio. En este contexto, autores como Taylor y Fayol introdujeron conceptos de gestión científica y administración que enfatizaban la importancia de minimizar las pérdidas en los procesos productivos.
En el siglo XX, con la expansión de la globalización y la internacionalización de las cadenas de suministro, el concepto de merma se extendió a sectores como el transporte, la logística y el comercio internacional, donde las pérdidas durante el traslado de mercancías se convirtieron en un tema de interés para las empresas.
Sinónimos y variantes del concepto de merma
Existen varios sinónimos y variantes del concepto de merma, dependiendo del contexto en el que se utilice. Algunos de los términos más comunes incluyen:
- Pérdida: Se refiere a la disminución de cantidad o valor de un bien o recurso.
- Desperdicio: Implica el uso ineficiente o el abandono de un recurso que podría haber sido utilizado.
- Reducción: Se utiliza para describir una disminución controlada o planeada.
- Daño: Se refiere a la pérdida de calidad o funcionalidad de un producto.
- Ineficiencia: Se aplica cuando el proceso productivo no se lleva a cabo con el máximo rendimiento.
Cada uno de estos términos puede ser aplicado en diferentes contextos. Por ejemplo, en la producción, se habla de pérdida para referirse a la merma de materia prima, mientras que en el transporte se usa el término daño para describir productos que llegan en mal estado.
¿Cómo se mide la merma según los autores?
La medición de la merma es un aspecto fundamental para su control y reducción. Según los autores, existen varias formas de medir la merma, dependiendo del tipo de producto o proceso que se esté analizando. Una de las formas más comunes es calcular la merma en porcentaje, lo cual permite comparar la eficiencia de diferentes procesos o sectores.
Por ejemplo, para medir la merma en la producción de alimentos, se puede comparar el peso inicial del ingrediente con el peso final del producto terminado. Esta diferencia se expresa en porcentaje y se utiliza para evaluar la eficiencia del proceso. En la industria manufacturera, se puede medir la merma contando el número de piezas defectuosas en relación con el total producido.
Autores como Mendoza y Ríos (2019) recomiendan el uso de indicadores clave de desempeño (KPIs) para monitorear la merma de manera constante. Estos indicadores pueden incluir la tasa de merma mensual, la relación entre costos y merma, o la eficiencia del proceso productivo.
Cómo usar el concepto de merma y ejemplos prácticos
El uso del concepto de merma se debe integrar en los procesos productivos, logísticos y de gestión de inventarios para optimizar los recursos y reducir costos. A continuación, se presentan algunos ejemplos prácticos de cómo se puede aplicar el concepto de merma:
- En la cocina: Un chef puede calcular la merma al preparar una receta. Por ejemplo, al cortar una zanahoria, se pierde una cierta cantidad de peso en forma de piel y trozos pequeños. Este peso se considera merma y debe ser incluido en el cálculo del costo de la receta.
- En la logística: Una empresa de transporte puede calcular la merma al evaluar la cantidad de productos dañados durante el envío. Si el 2% de los productos llegan dañados, se puede considerar que existe una merma del 2%.
- En la manufactura: Una fábrica puede medir la merma al comparar el número de piezas producidas con el número de piezas defectuosas. Si de 100 piezas producidas, 5 resultan defectuosas, la tasa de merma es del 5%.
Estos ejemplos muestran cómo el concepto de merma puede aplicarse en diferentes contextos para mejorar la eficiencia y reducir costos.
La merma en el contexto de la sostenibilidad
La merma no solo es un tema económico, sino también un desafío de sostenibilidad. En la actualidad, muchas empresas están adoptando prácticas que buscan minimizar la merma como parte de sus compromisos con el medio ambiente. Por ejemplo, en la industria alimentaria, se están desarrollando tecnologías que permiten prolongar la vida útil de los alimentos, como los empaques inteligentes que detectan la frescura del producto.
Además, en la agricultura, se están promoviendo prácticas como la agricultura regenerativa, que buscan reducir la merma de recursos naturales y mejorar la productividad del suelo. Estas prácticas no solo ayudan a reducir la merma, sino que también contribuyen a la sostenibilidad ambiental a largo plazo.
Otra área de innovación es el uso de la economía circular, donde los residuos de un proceso productivo se convierten en recursos para otro. Por ejemplo, los residuos de la industria cárnica se pueden utilizar para la producción de biocombustibles o para la fabricación de productos derivados. Este enfoque no solo reduce la merma, sino que también genera valor económico y ambiental.
La merma como factor clave en la gestión de la calidad
La gestión de la calidad total (TQM) es una metodología que busca eliminar las mermas y mejorar la eficiencia de los procesos. En este enfoque, la merma se considera un indicador clave de la calidad del producto y del proceso. Por ejemplo, en la producción de automóviles, una merma alta en el proceso de ensamblaje puede indicar problemas de calidad o de diseño.
Para implementar la gestión de la calidad, las empresas suelen usar herramientas como el análisis de causa raíz, el control estadístico de procesos y la mejora continua. Estas herramientas ayudan a identificar las causas de la merma y a implementar soluciones efectivas. Por ejemplo, si se detecta que una alta tasa de merma se debe a fallas en una máquina, se puede programar su mantenimiento preventivo para evitar futuras pérdidas.
Un ejemplo práctico es el caso de una empresa de fabricación de ropa, donde se detectó que el 10% de los productos terminados tenían defectos que los hacían no comercializables. Al implementar un sistema de inspección automatizado y capacitación del personal, la empresa logró reducir la tasa de merma a solo el 2%, lo que representó un ahorro significativo en costos.
Bayo es un ingeniero de software y entusiasta de la tecnología. Escribe reseñas detalladas de productos, tutoriales de codificación para principiantes y análisis sobre las últimas tendencias en la industria del software.
INDICE