La mercantilización es un fenómeno que ha transformado profundamente la forma en que se produce y consume la información, especialmente en la esfera de la comunicación. Este proceso, analizado desde diversas perspectivas teóricas, se ha convertido en un tema central para entender cómo las empresas, medios de comunicación y plataformas digitales operan en el mercado. En este artículo, nos enfocaremos en la mercantilización desde la visión del investigador argentino Jorge Mosco, quien ha dedicado gran parte de su trayectoria a estudiar la relación entre comunicación, tecnología y capitalismo.
¿Qué es la mercantilización en la comunicación según Mosco?
La mercantilización en la comunicación, según Mosco, se refiere al proceso mediante el cual la información, el acceso a las plataformas de comunicación y los contenidos culturales se convierten en productos que son comercializados en el mercado. Esto implica que las empresas de comunicación no solo venden espacios publicitarios, sino que también controlan la producción, distribución y acceso a la información, transformando la comunicación en una mercancía.
Mosco sostiene que este proceso no es neutral, sino que está profundamente ligado a los intereses del capitalismo neoliberal. La comunicación deja de ser una herramienta para el diálogo social y se convierte en un medio para generar ganancias. En este sentido, Mosco analiza cómo la mercantilización afecta no solo a los medios tradicionales, sino también a las nuevas tecnologías digitales, donde plataformas como Google, Facebook o Netflix operan bajo modelos similares.
Un dato interesante es que Mosco, en su libro *The Digital Sublime*, expone cómo las corporaciones tecnológicas no solo controlan la infraestructura de la comunicación, sino que también moldean las formas de participación ciudadana. Esto lleva a una democratización aparente, pero en la que el poder real reside en manos de unos pocos actores económicos.
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La comunicación como industria cultural
La comunicación no solo se limita a transmitir mensajes, sino que también construye identidades, valores y sistemas de creencias. Cuando este proceso se mercantiliza, se produce una transformación profunda en la manera en que la sociedad percibe la realidad. Mosco argumenta que la comunicación se convierte en un motor económico, no solo por la venta de contenidos, sino también por la explotación de datos personales de los usuarios.
Esta mercantilización tiene implicaciones profundas en el ámbito político. Mosco señala que los gobiernos, bajo la presión de los mercados, tienden a subordinar las políticas públicas de comunicación a los intereses privados. Esto se traduce en una falta de regulación efectiva, la desaparición de medios públicos y una concentración del poder informativo en manos de grandes corporaciones.
Además, Mosco destaca que la mercantilización afecta también a las tecnologías de la información. Plataformas como YouTube o Spotify no solo ofrecen contenidos, sino que también monetizan la atención del usuario mediante algoritmos que priorizan lo viral sobre lo informativo o útil. Este modelo ha llevado a una crisis de la atención, donde el contenido se diseña pensando en su capacidad para generar ingresos, no en su valor social.
El rol de las plataformas digitales en la mercantilización
En la era digital, las plataformas en línea juegan un papel central en la mercantilización de la comunicación. Mosco ha señalado que estas plataformas no son simples intermediarios, sino que actúan como actores económicos que controlan tanto el contenido como la infraestructura tecnológica. Esto permite que empresas como Google o Meta no solo obtengan ganancias por la publicidad, sino también por la gestión de datos y la provisión de herramientas digitales esenciales para la comunicación moderna.
Mosco destaca que este modelo ha generado un nuevo tipo de poder: el poder de las plataformas digitales. Este poder no se basa en la propiedad de los medios tradicionales, sino en el control del flujo de información y la capacidad de modular la experiencia del usuario. La mercantilización, en este contexto, no solo afecta a los contenidos, sino también a la manera en que los usuarios interactúan entre sí y con la información.
Ejemplos de mercantilización en la comunicación según Mosco
Mosco ofrece varios ejemplos claros de cómo la mercantilización afecta a la comunicación en la actualidad. Uno de ellos es el caso de los medios de comunicación tradicionales, donde el contenido informativo se ha visto supeditado al interés publicitario. En muchos casos, los medios no pueden informar sobre temas sensibles si ello afecta a sus anunciantes.
Otro ejemplo es el de las plataformas de redes sociales, donde el contenido se prioriza según su capacidad para generar engagement, lo que a su vez se traduce en ingresos por publicidad. Mosco señala que esto lleva a una distorsión de la información, donde lo viral se convierte en lo relevante, independientemente de su veracidad o importancia social.
Además, Mosco menciona el caso de los servicios de streaming, que no solo venden contenido, sino que también recopilan datos sobre los hábitos de consumo de los usuarios. Esta información se utiliza para personalizar la experiencia, pero también para generar modelos predictivos que permiten a las plataformas optimizar sus estrategias de monetización.
El concepto de infraestructura digital y mercantilización
Mosco introduce el concepto de infraestructura digital como una herramienta clave para entender la mercantilización de la comunicación. Según él, la infraestructura no es solo la red de cables o satélites, sino también los algoritmos, las plataformas y los protocolos que determinan cómo se mueve la información.
En este marco, Mosco señala que las grandes corporaciones tecnológicas controlan no solo el contenido, sino también la infraestructura que lo soporta. Esto les da un poder enorme, ya que pueden decidir qué información se distribuye, cómo se distribuye y quién puede acceder a ella. La mercantilización, en este contexto, implica que el acceso a la infraestructura no es un derecho universal, sino un bien que se compra y vende.
Mosco argumenta que esta situación tiene consecuencias profundas para la democracia. Cuando una sola empresa o grupo de empresas controla la infraestructura digital, se genera una asimetría de poder que limita la diversidad de voces y perspectivas. La comunicación, en lugar de ser un derecho, se convierte en un privilegio.
Mercantilización y sus efectos en diferentes medios
Mosco ha analizado cómo la mercantilización afecta a diversos tipos de medios de comunicación, desde los tradicionales hasta los digitales. En los medios tradicionales, como la televisión o la radio, la mercantilización se manifiesta en la dependencia de la publicidad para mantener la viabilidad económica. Esto lleva a una censura implícita: los medios evitan informar sobre temas que puedan molestar a sus anunciantes.
En el caso de los medios digitales, Mosco señala que la mercantilización toma una forma más compleja. Las plataformas no solo venden espacios publicitarios, sino que también monetizan el comportamiento del usuario. Esto se logra mediante algoritmos que analizan los hábitos de navegación y ofrecen contenido personalizado, lo cual incrementa el tiempo de exposición al usuario y, por ende, las posibilidades de generar ingresos publicitarios.
Mosco también destaca el impacto en los medios independientes y alternativos, que suelen no poder competir con los grandes medios mercantilizados. Esto genera una concentración del poder informativo y una reducción de la pluralidad de voces en la comunicación pública.
La comunicación en tiempos de capitalismo digital
La comunicación ha evolucionado desde los medios de comunicación masiva hasta las plataformas digitales, pero Mosco advierte que este avance no siempre ha significado un progreso democrático. En la primera mitad del siglo XX, los medios estaban controlados por gobiernos o grandes corporaciones, pero al menos ofrecían cierta regulación y control público. Hoy, en cambio, la mercantilización ha llevado a un escenario donde el control privado es casi absoluto.
Mosco señala que el capitalismo digital no solo afecta a la producción de contenidos, sino también a la infraestructura tecnológica. Las redes, los algoritmos y las plataformas están diseñados para maximizar el beneficio económico, no para garantizar un acceso equitativo a la información. Esto genera una brecha digital no solo tecnológica, sino también social y política.
En segundo lugar, Mosco enfatiza que la mercantilización ha transformado la comunicación en una industria que prioriza lo cuantificable sobre lo cualitativo. Las empresas miden el éxito de sus contenidos por el número de clics, visitas o interacciones, no por su impacto social o cultural. Esto lleva a una producción de contenidos que es eficiente para el mercado, pero pobre en valor para la sociedad.
¿Para qué sirve la mercantilización en la comunicación según Mosco?
Mosco no solo describe la mercantilización como un fenómeno, sino que también analiza sus funciones dentro del capitalismo contemporáneo. Una de las funciones más evidentes es la generación de ganancias, ya que la comunicación se ha convertido en una industria clave para el crecimiento económico. Las empresas de comunicación no solo venden contenidos, sino también la atención del usuario, los datos de comportamiento y la publicidad.
Otra función es la estandarización del contenido, que permite a las corporaciones controlar lo que se produce y cómo se distribuye. Esto no solo beneficia a las empresas, sino que también facilita la expansión global de modelos comunicativos homogéneos, donde las diferencias culturales se ven reducidas a categorías de consumo.
Por último, Mosco señala que la mercantilización tiene una función política: permite a los gobiernos desregistrar su responsabilidad en la provisión de comunicación pública, al delegar este rol a empresas privadas. Esto conduce a una privatización de la comunicación, donde el acceso a la información depende de factores económicos y no de derechos ciudadanos.
Variantes del concepto de mercantilización en Mosco
Mosco utiliza varios términos intercambiables para referirse al proceso de mercantilización, como commodificación, mercantilización o comercialización. Cada uno de estos términos resalta un aspecto diferente del fenómeno. Mientras que la commodificación enfatiza la transformación de la comunicación en una mercancía, la mercantilización destaca el rol del mercado en la producción y distribución de contenidos.
Además, Mosco habla de mercantilización digital, un término que se refiere específicamente al impacto de las tecnologías digitales en la mercantilización de la comunicación. Este proceso incluye no solo la venta de contenidos, sino también la monetización de datos, la publicidad programática y el uso de algoritmos para optimizar la experiencia del usuario.
Otro término relevante es capitalización de la comunicación, que Mosco usa para referirse al proceso mediante el cual la comunicación se convierte en un activo financiero. Esto ocurre, por ejemplo, cuando las empresas de comunicación se fusionan, se venden o se cotizan en bolsa, transformando su valor en una cuestión de mercado.
Mercantilización como fenómeno global
La mercantilización no es un fenómeno local, sino global. Mosco señala que, a pesar de las diferencias entre países, la tendencia de mercantilizar la comunicación se ha extendido por todo el mundo. Esto se debe a la internacionalización de las corporaciones tecnológicas y a la influencia del modelo neoliberal en las políticas públicas.
En países en desarrollo, la mercantilización ha llevado a una dependencia de las infraestructuras tecnológicas extranjeras. Mosco menciona que, en muchos casos, los gobiernos no tienen el poder para regular efectivamente a las empresas tecnológicas internacionales, lo que limita su capacidad de proteger la soberanía digital.
Por otro lado, Mosco también destaca que en algunos países se han intentado resistir a la mercantilización mediante políticas públicas que promueven la comunicación alternativa y los medios comunitarios. Aunque estos esfuerzos son valiosos, Mosco reconoce que enfrentan grandes desafíos en un entorno dominado por el capitalismo digital.
El significado de la mercantilización según Mosco
Para Mosco, la mercantilización no es solo un fenómeno económico, sino también político y cultural. Su significado radica en la forma en que el mercado se ha apropiado de la comunicación, transformándola en una mercancía que se produce, distribuye y consume bajo las reglas del capitalismo. Este proceso afecta no solo a los medios, sino también a la sociedad en su conjunto.
Mosco identifica varios elementos clave en el significado de la mercantilización:
- Transformación de la información en mercancía: La información deja de ser un bien social para convertirse en un producto de consumo.
- Control corporativo de la infraestructura: Las empresas privadas controlan no solo el contenido, sino también la red que permite su distribución.
- Dependencia del usuario: Los usuarios no son solo consumidores, sino también productos para los mercados publicitarios.
- Reducción de la pluralidad: La mercantilización favorece contenidos que generan ganancias, lo que reduce la diversidad de voces y perspectivas.
En resumen, Mosco ve la mercantilización como un proceso que subordina la comunicación a los intereses del mercado, con consecuencias profundas para la democracia y la cultura.
¿Cuál es el origen de la mercantilización en la comunicación según Mosco?
Mosco sitúa las raíces de la mercantilización en la expansión del capitalismo neoliberal a partir de los años 70. Durante esta época, los gobiernos de todo el mundo comenzaron a aplicar políticas de privatización, desregulación y apertura a la inversión extranjera. En el ámbito de la comunicación, esto se tradujo en la liberalización del mercado de medios, la privatización de empresas públicas y el auge de los conglomerados mediáticos multinacionales.
Mosco señala que esta transición no fue accidental, sino que fue impulsada por instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que incluyeron condiciones de privatización de los medios en sus préstamos a los países en desarrollo. Este proceso, conocido como neoliberalismo cultural, permitió a las corporaciones globales expandirse a nivel internacional, controlando no solo la economía, sino también la producción y difusión de contenidos.
Otro factor importante es la globalización digital, que a partir de los años 90 permitió a las empresas tecnológicas construir redes globales de comunicación. Mosco argumenta que esta expansión digital fue posible gracias a la cooperación entre gobiernos y corporaciones, que trabajaron juntos para crear un entorno legal favorable a la mercantilización de la comunicación.
Sinónimos y variantes del concepto de mercantilización
Mosco emplea varios términos relacionados con la mercantilización para describir diferentes aspectos del fenómeno. Algunos de estos términos incluyen:
- Commodificación: Se enfoca en la transformación de la comunicación en un bien económico.
- Capitalización: Se refiere a la forma en que la comunicación se convierte en un activo financiero.
- Comercialización: Destaca el rol de la publicidad y el mercado en la producción de contenidos.
- Digitalización mercantilizada: Describe cómo la tecnología digital facilita y acelera la mercantilización.
Cada uno de estos términos se complementa para construir una visión integral del proceso de mercantilización según Mosco. Aunque cada término resalta un aspecto diferente, todos apuntan a la misma idea: la subordinación de la comunicación a los intereses del mercado.
¿Cuáles son las consecuencias de la mercantilización según Mosco?
Mosco señala que la mercantilización tiene consecuencias profundas, no solo para los medios de comunicación, sino también para la sociedad en su conjunto. Algunas de las consecuencias más importantes incluyen:
- Reducción de la pluralidad informativa: La comunicación se vuelve homogénea, ya que los contenidos se producen pensando en lo que vende.
- Concentración del poder: Pocas empresas controlan la mayor parte de la infraestructura y el contenido, lo que limita la diversidad de voces.
- Dependencia del usuario: El ciudadano no es solo consumidor, sino también un recurso para el mercado publicitario.
- Desregulación del acceso: El acceso a la comunicación depende de factores económicos, lo que genera una brecha digital.
Mosco considera que estas consecuencias no son inevitables, sino que son el resultado de decisiones políticas y económicas que favorecen a los mercados sobre la democracia.
Cómo usar el concepto de mercantilización en la comunicación
El concepto de mercantilización puede aplicarse en diversos contextos para analizar cómo la comunicación se transforma en un producto de mercado. A continuación, presentamos algunas formas de usar este concepto:
- En análisis de medios: Se puede examinar cómo los contenidos se producen con el objetivo de generar ganancias, no de informar.
- En estudios de políticas públicas: Se puede analizar cómo los gobiernos han cedido poder a empresas privadas en lugar de proteger la comunicación como un bien público.
- En estudios de plataformas digitales: Se puede investigar cómo las plataformas monetizan la atención del usuario y cómo esto afecta la calidad del contenido.
- En educación media: Se puede enseñar a los ciudadanos a reconocer cómo la mercantilización afecta la información que consumen.
Un ejemplo práctico es el estudio de un noticiero tradicional, donde se puede observar cómo los anuncios publicitarios influyen en la selección de temas y en la forma en que se presentan las noticias.
La resistencia a la mercantilización según Mosco
Mosco no se limita a describir el fenómeno de la mercantilización, sino que también propone formas de resistencia. Una de las principales formas de resistencia es la construcción de alternativas no mercantilizadas, como los medios comunitarios, los proyectos de software libre y las redes de comunicación descentralizadas.
Mosco también habla de la necesidad de políticas públicas que regulen efectivamente a las corporaciones tecnológicas y a los medios de comunicación. Esto implica que los gobiernos deben asumir un rol activo en la protección del acceso a la información y en la promoción de la diversidad de contenidos.
Otra forma de resistencia es la educación ciudadana, que busca empoderar a los usuarios para que comprendan cómo funciona la mercantilización y cómo pueden protegerse de sus efectos negativos. Mosco considera que esta educación es clave para construir una sociedad más crítica y participativa.
El futuro de la comunicación en la era de la mercantilización
El futuro de la comunicación, según Mosco, depende de la capacidad de la sociedad para resistir los efectos negativos de la mercantilización. Aunque el capitalismo digital parece tener un fuerte dominio sobre la comunicación, Mosco señala que no es imposible construir alternativas que prioricen la democracia, la diversidad y el acceso universal a la información.
Una de las tendencias que Mosco espera es el fortalecimiento de los medios alternativos y comunitarios, que pueden ofrecer una contrapeso a los medios mercantilizados. También espera que aumente la regulación de las grandes corporaciones tecnológicas, especialmente en lo que respecta a la protección de datos y la transparencia de los algoritmos.
En conclusión, Mosco ve un futuro en el que la mercantilización no será la única forma de entender la comunicación. Aunque enfrentamos grandes desafíos, también tenemos herramientas y modelos alternativos que pueden guiar una transformación hacia una comunicación más justa y democrática.
Laura es una jardinera urbana y experta en sostenibilidad. Sus escritos se centran en el cultivo de alimentos en espacios pequeños, el compostaje y las soluciones de vida ecológica para el hogar moderno.
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