Que es profano en literatura

En la rama del análisis literario, el término profano tiene un significado particular que no siempre es inmediatamente claro. A menudo se usa para describir elementos que van en contraste con lo sagrado, lo religioso o lo convencional. A lo largo de este artículo exploraremos en profundidad qué se entiende por lo profano en el contexto de la literatura, desde sus raíces etimológicas hasta sus manifestaciones en obras clásicas y contemporáneas. Este concepto no solo es relevante para los estudiosos de la literatura, sino también para escritores que buscan explorar temas transgresores o críticos desde una perspectiva literaria.

¿Qué es lo profano en literatura?

En el ámbito de la literatura, lo profano se refiere a la representación de lo mundano, lo cotidiano o lo que va en contra de lo que se considera moral, religioso o aceptable en una sociedad dada. A diferencia del sagrado, que evoca respeto, trascendencia o divinidad, lo profano está ligado a lo terrenal, lo vulgar o lo que puede ser percibido como inmoral. En la literatura, esto puede manifestarse mediante lenguaje soez, temas tabú, o representaciones de comportamientos que rompen con las normas sociales o religiosas.

Un ejemplo clásico de lo profano en literatura es el uso de lenguaje explícito o la crítica directa a instituciones religiosas o políticas. Estas representaciones no solo desafían las convenciones, sino que también invitan a una reflexión más profunda sobre los valores y normas sociales. Lo profano, en este sentido, puede funcionar como una herramienta para la crítica social o para la exploración de lo humano en sus aspectos más íntimos y menos censurados.

Curiosidad histórica:

El uso del lenguaje profano en la literatura no es nuevo. Ya en el siglo XVII, autores como Miguel de Cervantes incluyeron en sus obras expresiones que, en su época, eran consideradas inapropiadas. En Don Quijote, por ejemplo, se utilizan expresiones coloquiales y lenguaje vulgar que reflejaban la realidad social de la época, contribuyendo a un enfoque más realista y crítico de la sociedad.

La transgresión como forma de expresión en la literatura

La literatura ha sido históricamente un espacio privilegiado para la transgresión. Mientras que en otros contextos el lenguaje o el contenido profano pueden ser censurados o reprimidos, en la literatura a menudo se convierte en una forma legítima de expresión artística. Esta transgresión puede manifestarse a través de la temática, el lenguaje, la estructura o incluso el estilo de escritura. Lo profano, en este contexto, no solo es una cuestión de contenido, sino también de forma y de intención crítica.

Autores como Baudelaire, en el siglo XIX, usaron el lenguaje y la temática profana para cuestionar los ideales burgueses de su tiempo. En su obra Las flores del mal, Baudelaire explora temas como la decadencia, el vicio y la muerte, utilizando un lenguaje que, aunque poético, no se aleja de lo que podría considerarse profano. De esta manera, el autor no solo desafía las normas estéticas y morales de su época, sino que también abre un camino para la literatura moderna, donde lo profano se convierte en una herramienta estética y filosófica.

El profano como crítica social y moral

Además de ser una forma de transgresión estética, lo profano en la literatura también suele funcionar como una forma de crítica social o moral. Al representar lo que normalmente se ignora, censura o estigmatiza, la literatura puede cuestionar las estructuras de poder, los prejuicios sociales o incluso las normas morales establecidas. En este sentido, lo profano no es solo una forma de expresión, sino una herramienta política y ética.

Por ejemplo, en la novela La Regenta de Leopoldo Alas Clarín, se presenta una sociedad hipócrita y moralista, donde los personajes a menudo actúan de manera contradictoria a los valores que proclaman. A través de este retrato, el autor no solo muestra lo profano en forma de comportamientos inmorales, sino que también cuestiona las apariencias de la sociedad burguesa. Esta crítica es posible precisamente porque el autor no se limita a lo convencional, sino que aborda lo que podría considerarse tabú o inapropiado.

Ejemplos de lo profano en la literatura

Para comprender mejor el concepto de lo profano en la literatura, es útil analizar algunos ejemplos concretos. A continuación, presentamos una lista de obras que destacan por su uso de lo profano, ya sea a través del lenguaje, la temática o el enfoque crítico:

• Madame Bovary de Gustave Flaubert: La novela aborda temas como el adulterio, la desesperación y la búsqueda de sensaciones, presentando a una protagonista que vive en una constante lucha contra la monotonía burguesa. Su lenguaje directo y su retrato realista de la vida cotidiana la convierten en un ejemplo de literatura con elementos profanos.
• Lolita de Vladimir Nabokov: La novela explora un tema extremadamente tabú: el amor entre un hombre adulto y una adolescente. Su lenguaje elegante contrasta con la crudeza de su contenido, lo que la convierte en una obra que desafía tanto las normas morales como literarias.
• El vicio y la virtud de José María Arguedas: En esta novela, el autor explora el choque entre la cultura indígena y la cultura hispana, mostrando a través de sus personajes comportamientos que van en contra de los valores establecidos. El lenguaje y la temática son claramente profanos en el sentido de desafiar normas culturales y sociales.
• Cien años de soledad de Gabriel García Márquez: Aunque no es explícitamente profano en el sentido de lenguaje o contenido inapropiado, la obra aborda temas como la corrupción, la violencia y la decadencia familiar, que en cierto sentido pueden considerarse profanos por su crítica implícita a la sociedad.

El profano como concepto filosófico en la literatura

Desde una perspectiva filosófica, lo profano en la literatura puede entenderse como lo que escapa a lo sagrado, lo trascendente o lo divino. En este sentido, lo profano no es solo lo vulgar o lo inmoral, sino también lo terrenal, lo material o lo que se encuentra en el ámbito de lo humano en su cotidianidad. Esta dualidad entre lo sagrado y lo profano ha sido explorada por filósofos como Mircea Eliade, quien destacó la importancia de lo sagrado como base para la estructura simbólica de las sociedades.

En la literatura, esta dualidad se traduce en una tensión constante entre lo convencional y lo transgresor. Autores como Dostoyevski o Bataille han explorado esta tensión en profundidad, utilizando lo profano como una forma de cuestionar los límites entre lo moral y lo inmoral, lo divino y lo humano. En este contexto, lo profano no es simplemente una herramienta narrativa, sino un concepto filosófico que permite explorar los límites del ser, la moral y la existencia humana.

Recopilación de autores que usan lo profano en sus obras

A lo largo de la historia, muchos autores han utilizado lo profano como una forma de expresión literaria. A continuación, presentamos una lista de autores destacados cuyas obras son conocidas por su uso de lo profano:

• William Faulkner: Exploró temas como la violencia, la decadencia social y la moral en una sociedad sureña en crisis.
• Ernest Hemingway: Aunque su estilo es más minimalista, Hemingway no dudó en mostrar escenas de guerra, muerte y violencia, elementos que pueden considerarse profanos en ciertos contextos.
• Salvador Elizondo: En la literatura hispanoamericana, Elizondo usó el lenguaje crudo y el contenido transgresor para cuestionar las normas sociales y políticas de su tiempo.
• Federico García Lorca: En obras como Bodas de sangre, el autor abordó temas tabú como la violencia, el honor y la muerte, usando un lenguaje que, aunque poético, no se alejaba de lo profano.

Lo profano como forma de representación social

En la literatura, lo profano también puede funcionar como una forma de representación social, mostrando cómo ciertos grupos o individuos son percibidos en la sociedad. A menudo, lo que se considera profano depende del contexto cultural y social en el que se escribe o se lee. En una sociedad más conservadora, una obra puede ser considerada profundamente transgresora, mientras que en otra podría ser vista como simplemente realista o incluso convencional.

Por ejemplo, en la novela Rayuela de Julio Cortázar, el autor utiliza un lenguaje coloquial y estructuras narrativas no lineales que desafían las normas tradicionales de la novela. Esto no solo hace que la obra sea innovadora, sino que también refleja una actitud más abierta hacia lo que podría considerarse profano en el ámbito literario. En este sentido, lo profano no solo es una cuestión de contenido, sino también de forma y de actitud crítica frente a las convenciones literarias.

¿Para qué sirve lo profano en la literatura?

Lo profano en la literatura no solo es un recurso estético o transgresor, sino también una herramienta funcional que puede cumplir múltiples propósitos. Uno de los usos más comunes es la crítica social, donde lo profano sirve para cuestionar las normas establecidas o para mostrar la contradicción entre lo que se proclama y lo que se vive. También puede usarse para explorar la psique humana en sus aspectos más oscuros o inconfesables, o para representar la realidad de manera más auténtica y sin censura.

Además, lo profano puede servir como una forma de conexión con el lector. Al presentar temas y lenguajes que reflejan la cotidianidad o las inquietudes personales, la literatura puede llegar a audiencias más amplias y diversos. En este sentido, lo profano no es solo una forma de desafiar, sino también una forma de acercar la literatura a la vida real.

Sinónimos y variantes del concepto de lo profano

Aunque el término profano tiene un significado específico en el contexto literario, existen varios sinónimos y variantes que pueden usarse para describir fenómenos similares. Algunos de estos términos incluyen:

• Transgresor: Refiere a lo que va más allá de los límites establecidos, ya sea por normas morales, sociales o estéticas.
• Transgresivo: Similar a transgresor, pero con un matiz más artístico o filosófico.
• Inmoral: Se refiere a lo que va en contra de lo que se considera moral o ético.
• Cotidiano: Aunque no siempre es profano en el sentido estricto, lo cotidiano puede considerarse profano en contraste con lo sagrado.
• Vulgar: Se refiere a lo que es vulgar, es decir, lo que carece de refinamiento o que se considera inapropiado.

Cada uno de estos términos puede usarse en contextos literarios para describir aspectos de lo profano, dependiendo del enfoque o la intención del autor.

Lo profano en la literatura como reflejo de la sociedad

La literatura siempre refleja la sociedad en la que se escribe, y lo profano no es una excepción. En sociedades más conservadoras, lo que se considera profano puede ser censurado o estigmatizado, mientras que en sociedades más abiertas, lo profano puede ser aceptado como una forma legítima de expresión. Esto hace que lo profano en la literatura sea, en cierto sentido, una barómetro de los valores y normas sociales de una época.

Por ejemplo, en la literatura del siglo XIX, el uso del lenguaje vulgar o la representación de comportamientos inmorales podía ser visto como inapropiado, pero en la literatura del siglo XX, estos mismos elementos comenzaron a ser aceptados como parte del realismo y la crítica social. Este cambio no solo refleja una evolución en los valores sociales, sino también una evolución en los gustos literarios y en la forma en que la literatura representa la realidad.

El significado de lo profano en la literatura

El significado de lo profano en la literatura no es fijo, sino que varía según el contexto cultural, histórico y personal del autor y el lector. En general, lo profano se refiere a lo que va en contra de lo que se considera moral, religioso o convencional. Sin embargo, este concepto también puede tener matices filosóficos o estéticos, como lo que es terrenal en contraste con lo divino, o lo cotidiano en contraste con lo trascendental.

En la literatura, lo profano puede significar:

• Desafío a las normas sociales y morales.
• Representación de lo inmoral o lo tabú.
• Uso de lenguaje vulgar o soez.
• Crítica a instituciones o ideologías establecidas.
• Exploración de lo humano en sus aspectos más oscuros.

Cada una de estas interpretaciones puede coexistir en una misma obra, dependiendo de los intereses del autor y de los valores de la sociedad en la que se escribe.

¿Cuál es el origen del uso de lo profano en la literatura?

El uso de lo profano en la literatura tiene raíces profundas en la historia de la escritura y la expresión humana. Desde las primeras epopeyas y mitos, los humanos han utilizado la palabra para representar no solo lo sublime, sino también lo vulgar, lo transgresor y lo inmoral. En la literatura antigua, lo que se consideraba profano variaba según la cultura y la religión dominante.

En el mundo clásico, por ejemplo, lo profano podía referirse a lo que era prohibido en los templos o a lo que era considerado impuro. En la Edad Media, con la influencia dominante de la Iglesia Católica, lo profano se asocia a lo que no es sagrado, es decir, lo terrenal o lo mundano. Con la llegada del Renacimiento y el movimiento humanista, lo profano adquiere una nueva dimensión: ya no solo es lo que no es sagrado, sino también lo que representa la condición humana en su plenitud, con sus defectos y virtudes.

Lo profano como forma de crítica y resistencia

En muchas obras literarias, lo profano no solo es una forma de transgresión, sino también una forma de resistencia. Al representar lo que la sociedad intenta ocultar, censurar o ignorar, la literatura puede convertirse en una voz de protesta o de crítica social. Esto es especialmente evidente en contextos de dictaduras, censura o represión, donde los autores utilizan el lenguaje y los temas profanos para expresar descontento o para denunciar abusos de poder.

Por ejemplo, en la literatura latinoamericana del siglo XX, autores como Mario Vargas Llosa o Gabriel García Márquez usaron lo profano como una forma de denunciar las injusticias sociales y políticas de su tiempo. En este sentido, lo profano no solo es una herramienta estética, sino también una forma de resistencia cultural y política.

Lo profano en la literatura contemporánea

En la literatura contemporánea, lo profano ha tomado una forma más diversa y variada. En la era digital y globalizada, los límites entre lo sagrado y lo profano se han vuelto más difusos, y lo que se considera inapropiado o transgresor depende cada vez más del contexto y del lector. Autores contemporáneos como Salman Rushdie, Margaret Atwood o Haruki Murakami han utilizado lo profano de manera innovadora, ya sea a través del lenguaje, la temática o el estilo narrativo.

En obras como Los versos satánicos de Rushdie, lo profano se convierte en una forma de desafiar las normas religiosas y culturales establecidas, generando controversia y reacciones violentas en algunos contextos. En otras obras, como El cuento de la criada de Atwood, lo profano se usa para representar la opresión y la lucha por la libertad femenina. En ambos casos, lo profano no solo es una forma de transgresión, sino también una forma de crítica y resistencia.

Cómo usar lo profano en la literatura y ejemplos de uso

Usar lo profano en la literatura no es una tarea sencilla. Requiere no solo un buen conocimiento del contexto cultural y social, sino también una intención clara por parte del autor. Lo profano puede usarse de manera efectiva si está insertado de forma coherente en la narrativa y si contribuye a la construcción de personajes, temas o estructuras que denoten una intención artística o crítica.

Algunas pautas para usar lo profano en la literatura incluyen:

• Contextualizar el lenguaje o el contenido profano dentro de una situación realista o necesaria para el desarrollo de la historia.
• Usar el lenguaje profano con propósito, no por mero efectismo.
• Evitar caer en lo gratuito o lo excesivo, que puede alienar al lector o perder la intención crítica o artística.
• Reflejar la diversidad de la sociedad, mostrando cómo lo profano puede variar según el género, la edad o la cultura.

Un ejemplo de uso efectivo de lo profano es en la novela American Psycho de Bret Easton Ellis, donde el lenguaje y el comportamiento de los personajes son explícitamente transgresores, reflejando una crítica social sobre la banalidad del mal en la sociedad capitalista.

Lo profano como forma de representación psicológica

Otra faceta importante de lo profano en la literatura es su uso como forma de representación psicológica. A través del lenguaje, los pensamientos o los comportamientos profanos, los autores pueden explorar la psique humana en sus aspectos más íntimos, inconfesables o incluso inadecuados. Esta representación no solo permite una mayor autenticidad en la narrativa, sino también una mayor conexión emocional con el lector.

Por ejemplo, en la novela La vida inmoral de Miguel Gutiérrez de José Triana, el autor explora los conflictos internos de un hombre que vive en constante tensión entre lo que socialmente se espera de él y lo que realmente siente. A través de un lenguaje directo y a veces crudo, el autor logra una representación psicológica profunda que resuena con el lector.

Lo profano y la evolución de los gustos literarios

A lo largo del tiempo, los gustos literarios han evolucionado, y con ellos, lo que se considera aceptable o inaceptable en una obra literaria. Lo que en un momento dado era considerado profundamente transgresor o incluso inmoral, en otro momento puede ser visto como convencional o incluso aburrido. Esta evolución está estrechamente relacionada con los cambios en los valores sociales, las normas morales y las expectativas del lector.

Por ejemplo, en el siglo XIX, el uso de lenguaje vulgar o la representación de temas como el sexo, la violencia o el vicio era considerado inapropiado. Sin embargo, en el siglo XX, estos mismos temas se convirtieron en parte integral de la literatura moderna y posmoderna, especialmente en movimientos como el existencialismo o el realismo crítico. Esta evolución no solo refleja un cambio en la percepción social, sino también en la forma en que los lectores interactúan con la literatura.