Que es abstenerse segun la biblia

La Biblia, una de las obras literarias y espirituales más influyentes de la historia, aborda múltiples aspectos de la vida humana, incluyendo principios morales, guías para vivir una vida justa y llamados a la disciplina personal. Uno de estos temas es el concepto de abstenerse, que en contextos bíblicos puede referirse tanto a la autocontrol, como a la renuncia de ciertos actos o deseos en favor de una vida alineada con los mandamientos divinos. En este artículo exploraremos en profundidad qué significa abstenerse según la Biblia, sus bases teológicas, ejemplos bíblicos, y su relevancia en la vida cristiana actual.

¿Qué significa abstenerse según la Biblia?

Abstenerse, desde una perspectiva bíblica, implica rechazar o renunciar a algo que no es conforme con la voluntad de Dios. Este concepto aparece en varios pasajes de la Biblia, especialmente en la Nueva Versión Internacional (NVI) y otras traducciones modernas. Por ejemplo, en 1 Tesalonicenses 4:3, se lee: Es la voluntad de Dios que ustedes sean santos y se abstengan de la inmoralidad sexual. Este versículo muestra que la abstinencia no solo es una cuestión moral, sino también una actitud espiritual que refleja la obediencia a Dios.

El acto de abstenerse, por lo tanto, no se limita solo a la sexualidad. También puede aplicarse a la comida (1 Corintios 8:13), el alcohol (Efesios 5:18), la ira (Efesios 4:26), y otros comportamientos que pueden llevar al hombre lejos de la santidad. La Biblia promueve una vida de autocontrol y disciplina, donde el individuo se somete a la voluntad divina, rechazando lo que no conduce a la vida eterna ni a la edificación espiritual.

Un dato interesante es que en la antigüedad, muchos grupos religiosos practicaban la abstinencia como forma de purificación espiritual. Por ejemplo, los judíos observaban ciertos días de ayuno y abstinencia como actos de penitencia y comunión con Dios. Cristo, en el Nuevo Testamento, también hizo uso del ayuno como medio de resistir tentaciones, como se narra en Mateo 4:1-11.

La importancia del autocontrol en la vida cristiana

El concepto bíblico de abstenerse va de la mano con la idea de autocontrol, que se menciona en Gálatas 5:22-23, donde se describe el fruto del Espíritu Santo: El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y templanza. La templanza, en este contexto, se refiere a la capacidad de dominar los impulsos y deseos, especialmente aquellos que van en contra de los principios cristianos.

La Biblia también resalta que el hombre debe dominar su cuerpo, no ser esclavo de sus apetitos. En 1 Corintios 9:27, Pablo dice: Pero yo me disciplino el cuerpo y lo pongo en servidumbre, por miedo a que después de haber predicado a otros, yo mismo sea desechado. Esto refleja cómo la abstinencia es vista como una forma de vida que conduce a la santidad y a la eficacia en el servicio a Dios.

El autocontrol es un tema central en la vida cristiana, ya que permite al creyente vivir una vida que refleje los valores del Reino de Dios. La abstinencia no es una carga, sino una herramienta espiritual que ayuda al creyente a crecer en madurez, en el amor y en la obediencia a Dios.

La abstinencia como acto de fe y rendición a Dios

La Biblia no solo habla de abstenerse como un deber moral, sino también como un acto de fe y rendición a Dios. En Efesios 5:18, se advierte: No se dejen dominar por el vino, que es una embriaguez vacía, sino llénense del Espíritu. Este versículo no solo prohíbe el exceso, sino que invita al creyente a reemplazar lo que no glorifica a Dios con lo que sí le honra.

Otro ejemplo es 1 Tesalonicenses 4:3-8, donde Pablo enseña que abstenerse de ciertos actos es una ley de Dios, y que violarla es pecado. Esto implica que la abstinencia no es simplemente una preferencia personal, sino una respuesta a la autoridad divina. El creyente que se abstiene está mostrando obediencia y reverencia hacia su Creador.

Además, en Colosenses 3:5, se lee: Mueran, pues, al que pertenece a su naturaleza terrena: prostitución, impureza, pasiones desenfrenadas, deseos malvados y avaricia, que es una especie de idolatría. Este versículo refuerza la idea de que abstenerse no es reprimirse por miedo, sino como una forma de morir a los deseos de la carne para vivir una vida nueva en Cristo.

Ejemplos bíblicos de abstinencia

La Biblia ofrece varios ejemplos de abstinencia que pueden servir como modelos para los creyentes. Uno de los más destacados es el de Daniel, quien se negó a comer la comida del rey babilónico, prefiriendo solo vegetales y agua (Daniel 1:8-14). Este acto de abstinencia no solo fue un gesto de fidelidad a su Dios, sino que también le permitió mantener su salud y atraer la atención del rey por su apariencia sana.

Otro ejemplo es el de Josué, quien, junto con todo Israel, se abstuvo de comer durante tres días antes de la batalla de Jericó (Josué 6:1-20). Este período de abstinencia físico y espiritual fue una forma de preparación para una acción divina. En este caso, la abstinencia no era un fin en sí mismo, sino una preparación para la obediencia a la palabra de Dios.

También en el Nuevo Testamento, Pablo enseñó a los creyentes a abstenerse de ciertos actos para edificar la iglesia. En 1 Corintios 8:13, escribió: Si la comida me hace caer en el pecado contra mi hermano, ya no comeré carne, para que no le haga caer. Este versículo muestra cómo la abstinencia puede ser una forma de amor y servicio hacia otros creyentes.

La abstinencia como forma de vida cristiana

La abstinencia no es un tema aislado en la Biblia, sino una forma de vida que refleja la obediencia a Dios. En Hebreos 12:1-2, se describe a los creyentes como corredores que deben abandonar todo peso y la pecadora que nos acecha, lo que implica un compromiso con una vida de disciplina y pureza. La abstinencia, en este contexto, se convierte en una herramienta para vivir una vida centrada en Cristo.

Además, en Efesios 4:22-24, Pablo enseña que el creyente debe desprenderse del viejo hombre y vestirse del nuevo hombre. Esto no solo incluye actos de abstinencia física, sino también espiritual, como dejar de mentir, engañar o vivir en resentimiento. La abstinencia, entonces, no es una carga, sino una liberación del pecado.

En el contexto del creyente moderno, la abstinencia puede aplicarse a múltiples áreas: desde la sexualidad hasta el uso de redes sociales, desde el consumo de alcohol hasta el control de la lengua. La Biblia no ofrece una lista exhaustiva de lo que hay que abstenerse, sino que invita al creyente a discernir lo que glorifica a Dios y lo que no.

Principios bíblicos de abstinencia

La Biblia presenta varios principios que guían al creyente en la práctica de la abstinencia. Entre ellos, destacan:

• La obediencia a Dios – La abstinencia no es una opción, sino una respuesta a la autoridad de Dios. Como dice 1 Pedro 1:14-16, los creyentes deben vivir como santos, siguiendo las instrucciones de Dios.
• El amor al prójimo – En 1 Corintios 10:24, Pablo enseña que el creyente debe buscar lo que edifica a otros. A veces, esto implica abstenerse de algo que uno podría hacer, pero que podría dañar a otros.
• La pureza moral – En 1 Tesalonicenses 4:3-4, se menciona que la abstinencia es parte de la santidad, que es la voluntad de Dios para los creyentes.
• La dependencia en el Espíritu Santo – La abstinencia no es un esfuerzo humano, sino una obra del Espíritu. En Gálatas 5:22-23, el fruto del Espíritu incluye la templanza, que es la base de la abstinencia.
• La preparación espiritual – Muchos ejemplos bíblicos muestran que la abstinencia física se usa como una forma de preparación espiritual. Por ejemplo, el ayuno en Mateo 6:16-18.

La abstinencia como respuesta al mundo

En un mundo lleno de tentaciones, la abstinencia bíblica se presenta como una forma de resistencia. La Biblia advierte que el mundo está bajo el poder del maligno (1 Juan 5:19), y que el creyente debe no amar al mundo ni las cosas del mundo (1 Juan 2:15-17). Esto implica que el cristiano debe abstenerse de ciertos comportamientos que reflejan la mentalidad del mundo.

Por ejemplo, en Efesios 5:11, se lee: No participen en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien exponganlas. Esto implica que el creyente debe no solo abstenerse de pecar, sino también de asociarse con actitudes y comportamientos que van en contra de los valores bíblicos.

Además, en 2 Timoteo 2:22, Pablo aconseja a Timoteo que se aparte de los malos ejemplos y busque la justicia. La abstinencia, entonces, no es simplemente una cuestión de no hacer algo, sino de elegir activamente seguir a Cristo, incluso cuando eso signifique renunciar a lo que el mundo considera aceptable.

¿Para qué sirve abstenerse según la Biblia?

Abstenerse según la Biblia tiene múltiples propósitos espirituales y prácticos. Primero, es una forma de honrar a Dios. Cuando un creyente se abstiene de algo que no glorifica a Dios, está reconociendo que su vida no es propia, sino que pertenece a Cristo (1 Corintios 6:19-20). Esto incluye no solo actos físicos, sino también mentales y emocionales.

Segundo, la abstinencia protege al creyente. En Efesios 5:18, se advierte contra la embriaguez, que puede llevar a la perdición. La abstinencia, en este caso, actúa como una barrera protectora contra influencias negativas.

Tercero, la abstinencia edifica a otros. En 1 Corintios 8:13, Pablo menciona que se abstendrá de comer ciertas cosas si eso evita que su hermano caiga en pecado. Esto muestra que la abstinencia también puede ser una forma de amor y servicio a otros creyentes.

Finalmente, la abstinencia prepara al creyente para la vida espiritual. Muchos ejemplos bíblicos muestran que los líderes de Israel se prepararon para la obra divina a través del ayuno y la abstinencia (1 Reyes 21:27-29; Lucas 5:33-39). Esto refuerza la idea de que la abstinencia es una herramienta espiritual valiosa.

Renunciar a ciertos actos como forma de santidad

Renunciar a ciertos actos, como parte de la vida cristiana, es una forma de vivir una vida santa y separada al mundo. En 1 Pedro 1:15-16, se dice: Sed santos, porque yo soy santo. La santidad no es algo que se logra por mérito propio, sino que es un llamado que se vive a través de la abstinencia de lo que no glorifica a Dios.

Renunciar puede aplicarse a múltiples áreas, como:

• La sexualidad: como en 1 Tesalonicenses 4:3-5, donde se exhorta a los creyentes a abstenerse de la inmoralidad.
• El uso de alcohol: como en Efesios 5:18, donde se prohíbe la embriaguez.
• La ira y la violencia: como en Efesios 4:26, donde se enseña a dominar las emociones.
• El uso de lenguaje inadecuado: como en Efesios 4:29, donde se exhorta a hablar solo lo que edifique.

Renunciar a estos actos no solo protege al creyente, sino que también le permite vivir una vida que atrae a otros a Cristo. La santidad es una luz que brilla en un mundo oscuro, y la abstinencia es una herramienta clave para mantener esa luz encendida.

La abstinencia como acto de disciplina espiritual

La disciplina espiritual es un tema central en la vida cristiana, y la abstinencia es una de sus formas más visibles. En Hebreos 12:11, se dice: Pues todo castigo que en aquel momento parece no ser agradable, sino triste, a quienes no se le da valor, después, a quienes se ama, produce la pazada fructuosa de la justicia. Esto refleja cómo la abstinencia, aunque difícil, lleva a una vida más justa y fructuosa.

La disciplina espiritual incluye:

• El ayuno – Como en Mateo 6:16-18, donde Jesús enseña sobre el ayuno como una forma de buscar a Dios.
• El control de la lengua – Como en Santiago 1:26, donde se advierte que un creyente que no controla su lengua es engañador.
• El control de los deseos – Como en Gálatas 5:16, donde se enseña a andar en el Espíritu para no satisfacer los deseos de la carne.

La abstinencia, en este sentido, es una forma de disciplina que refleja el crecimiento espiritual del creyente. No se trata de hacer cosas por esfuerzo propio, sino de depender del Espíritu Santo para vivir una vida que agrade a Dios.

El significado bíblico de abstenerse

Abstenerse, desde una perspectiva bíblica, no es simplemente no hacer algo. Es una actitud de obediencia a Dios, una forma de vivir una vida santa y una respuesta al llamado de Cristo. En Efesios 4:22-24, Pablo enseña que el creyente debe abandonar el viejo hombre y vestirse del nuevo, lo que implica un cambio radical en el estilo de vida.

El significado bíblico de abstenerse incluye:

• La renuncia a lo que no glorifica a Dios – Esto incluye actos, deseos y comportamientos que van en contra de la voluntad de Dios.
• La obediencia a la Palabra de Dios – La abstinencia no es una invención humana, sino una respuesta a la autoridad divina.
• El amor al prójimo – A veces, abstenerse es una forma de proteger a otros creyentes, como en el caso de 1 Corintios 8:13.
• La preparación para la obra de Dios – Muchos líderes bíblicos se prepararon a través del ayuno y la abstinencia.
• La dependencia en el Espíritu Santo – La abstinencia no es un logro humano, sino una obra del Espíritu Santo en la vida del creyente.

En resumen, abstenerse según la Biblia no es un acto de negación, sino de santidad, obediencia y amor.

¿De dónde proviene el concepto de abstenerse en la Biblia?

El concepto de abstenerse tiene raíces profundas en la historia bíblica. En la antigua Torá, los israelitas estaban llamados a vivir según ciertas normas, incluyendo la abstinencia de ciertos alimentos (Levítico 11), la observancia de días de descanso (Éxodo 20:8-11), y la separación de lo puro y lo impuro (Levítico 15). Estas normas no solo eran rituales, sino también espirituales, que preparaban al pueblo para una relación más cercana con Dios.

En el Nuevo Testamento, el concepto se desarrolla más, especialmente en las cartas de Pablo. En 1 Tesalonicenses 4:3-8, Pablo enseña que abstenerse es una ley de Dios, y que violarla es pecado. Esto muestra cómo el concepto de abstinencia no se limita al Antiguo Testamento, sino que es una continuidad en la vida cristiana.

Además, el ejemplo de Cristo en el desierto (Mateo 4:1-11) es un modelo fundamental de abstinencia. Jesús, lleno del Espíritu Santo, resistió las tentaciones del diablo sin caer en actos que no glorificaban a Dios. Este ejemplo sigue siendo relevante para los creyentes de hoy.

El llamado a la abstinencia en la vida moderna

En la vida moderna, el llamado a la abstinencia sigue siendo relevante, aunque se presenta en formas distintas. Hoy en día, los cristianos enfrentan tentaciones que no existían en tiempos bíblicos, como el exceso de tecnología, la presión social de consumir, y la facilidad para caer en relaciones inadecuadas. La abstinencia, entonces, se convierte en una herramienta para resistir estas influencias.

Algunos ejemplos de abstinencia en la vida moderna incluyen:

• No consumir alcohol o drogas – En Efesios 5:18, se prohíbe la embriaguez, que en la actualidad puede traducirse como la abstinencia de sustancias adictivas.
• No consumir contenido inadecuado – En 2 Timoteo 2:18, Pablo habla de la importancia de hablar lo que edifica, lo cual puede extenderse al contenido que consumimos en redes sociales.
• No caer en relaciones inmorales – En 1 Corintios 6:18, se advierte contra la fornicación, lo cual incluye relaciones fuera del matrimonio.

La abstinencia no es una regla rígida, sino una actitud espiritual que debe adaptarse a las circunstancias de cada creyente. El llamado de Dios es claro: vivir una vida que glorifique a Cristo, y eso a menudo implica abstenerse de ciertos actos que no reflejan su santidad.

¿Cómo aplicar la abstinencia en la vida diaria?

Aplicar la abstinencia en la vida diaria requiere disciplina, oración y dependencia en el Espíritu Santo. Aquí hay algunos pasos prácticos que pueden ayudar:

• Orar por fortaleza – En Efesios 6:11, se menciona el armamento de Dios, incluyendo oración. Orar por fortaleza es una forma de pedir ayuda para resistir tentaciones.
• Estudiar la Palabra – La Biblia es una guía espiritual que ayuda al creyente a discernir lo que debe abstenerse. Por ejemplo, Santiago 1:22-25 enseña que la Palabra purifica.
• Buscar apoyo – En Proverbios 27:17, se dice que el hierro afila al hierro. Buscar compañeros de oración o grupos de estudio bíblicos puede ser un apoyo importante.
• Evitar tentaciones – En 1 Corintios 6:12, Pablo enseña que no todo lo que es permitido es útil. A veces, lo mejor es evitar situaciones que pueden llevar al pecado.
• Depender del Espíritu Santo – En Gálatas 5:22-23, se menciona el fruto del Espíritu, incluyendo la templanza. La abstinencia es una obra del Espíritu, no solo del hombre.

Cómo usar el concepto de abstinencia en la vida cristiana

El concepto de abstinencia puede aplicarse en múltiples áreas de la vida cristiana. Por ejemplo:

• En la sexualidad: como en 1 Corintios 7:2, donde se exhorta a los creyentes a vivir en castidad.
• En la comida: como en 1 Corintios 8:13, donde Pablo se abstiene de comer ciertas cosas para no ofender a otros.
• En la lengua: como en Efesios 4:29, donde se exhorta a hablar solo lo que edifique.
• En el uso del tiempo: como en Efesios 5:16, donde se menciona aprovechar el tiempo como si fuera breve.

Un ejemplo práctico es el de un creyente que decide no consumir alcohol para no caer en tentaciones o para no influir negativamente a otros. Otro ejemplo es un padre que se abstiene de maltratar a su familia, para mostrar un ejemplo de amor y paciencia.

La abstinencia como parte de la vida espiritual

La abstinencia es una parte fundamental de la vida espiritual, ya que refleja el crecimiento del creyente en Cristo. En Hebreos 5:12-14, se menciona que el creyente maduro puede discernir entre lo bueno y lo malo, lo cual incluye saber cuándo abstenerse. La abstinencia no es solo un acto de negación, sino un acto de madurez espiritual.

La vida espiritual se nutre de disciplina, y la abstinencia es una forma de practicar esa disciplina. En 1 Corintios 9:27, Pablo menciona cómo él se disciplinaba el cuerpo para no ser desechado. Esto refleja cómo la abstinencia puede ser una forma de preparación para el servicio a Dios.

El futuro de la abstinencia en la vida cristiana

En el futuro, la abstinencia seguirá siendo relevante para los creyentes, ya que el mundo continuará presentando nuevas tentaciones y desafíos. Sin embargo, la Biblia nos asegura que el Espíritu Santo es suficiente para ayudarnos a resistir (2 Corintios 12:9). La abstinencia no es una carga, sino un acto de libertad que nos permite vivir plenamente en Cristo.